Después del AUDII, sólo quedaba despedirnos de todos los profesores. Habíamos hecho muy buena amistad con todos durante esta semana, pero ahora es cuando realmente empezaba nuestra vida americana.
Mientras encontrábamos un apartamento donde vivir y nos tramitaban el número de la Seguridad Social, nos acogía en su casa una maestra del cole de Laura, así que nos fuimos con la directora del colegio a conocer a nuestros anfitriones.
Tina y Mike eran una pareja encantadora. Nos ofrecieron su casa de todo corazón y nos dijeron que nos pusieramos cómodos allí todo el tiempo que necesitásemos y les dijéramos cualquier cosa que pudieramos necesitar.
Mientras encontrábamos un apartamento donde vivir y nos tramitaban el número de la Seguridad Social, nos acogía en su casa una maestra del cole de Laura, así que nos fuimos con la directora del colegio a conocer a nuestros anfitriones.
Tina y Mike eran una pareja encantadora. Nos ofrecieron su casa de todo corazón y nos dijeron que nos pusieramos cómodos allí todo el tiempo que necesitásemos y les dijéramos cualquier cosa que pudieramos necesitar.
La casa era realmente espectacular, además de gigantesca y sólo vivían ellos dos, por lo que no pudo ser más agradable. Todo allí era enorme, la cama, el microondas, la nevera... y todo lo que veíamos y hacíamos nos parecía una divertida aventura. Como tenían muchos hijos y nietos, algo muy normal entre los mormones, habían adaptado la casa para los niños y había juguetes y cosas divertidas por todas partes. ¡Mike y Tina no podían ser mejores! Llenos de energía y ganas de ayudar, cada día nos llevaban a conocer una tienda o lugar nuevo.
A los pocos días, varios de sus hijos y nietos vinieron a pasar unos días con ellos en su casa, así que estuvimos con ellos también. Así, casi sin darnos cuenta, también nos ibamos acostumbrando a los diferentes acentos de inglés y a las diferentes maneras de pronunciar de cada uno. Muchas veces no entendíamos lo que nos decían y se creaban situaciones muy cómicas, pero ellos, sin perder la sonrisa no dejaban de explicarnos todo.
Poco a poco, fuimos conociendo a todos los miembros de la familia y adaptándonos a las costumbres y maneras de vivir. Tina y Mike nos explicaban todo lo que necesitábamos y se preocupaban de que la estancia en su casa fuera realmente perfecta, así que nuestro periodo de adaptación a la vida américana se nos hizo mucho más fácil de lo que nos hubiéramos imaginado jamás.
Tuvimos la oportunidad también de visitar un templo mormón que acababan de reconstruír en Ogden y que estaba abierto a visitas durante un mes. Luego, lo cierran, lo bendicen y a partir de entonces es un lugar sagrado y ya no puede entrar nadie si no es mormón y lleva su vida de forma correcta (ayudando a los demás, cuidando de su familia y siguiendo los preceptos de la religión). Mientras tanto, Tina y Mike nos explicaban abiertamente las costumbres de los mormones y los trabajos que hacen durante su misión.
A los pocos días, varios de sus hijos y nietos vinieron a pasar unos días con ellos en su casa, así que estuvimos con ellos también. Así, casi sin darnos cuenta, también nos ibamos acostumbrando a los diferentes acentos de inglés y a las diferentes maneras de pronunciar de cada uno. Muchas veces no entendíamos lo que nos decían y se creaban situaciones muy cómicas, pero ellos, sin perder la sonrisa no dejaban de explicarnos todo.
Poco a poco, fuimos conociendo a todos los miembros de la familia y adaptándonos a las costumbres y maneras de vivir. Tina y Mike nos explicaban todo lo que necesitábamos y se preocupaban de que la estancia en su casa fuera realmente perfecta, así que nuestro periodo de adaptación a la vida américana se nos hizo mucho más fácil de lo que nos hubiéramos imaginado jamás.
Tuvimos la oportunidad también de visitar un templo mormón que acababan de reconstruír en Ogden y que estaba abierto a visitas durante un mes. Luego, lo cierran, lo bendicen y a partir de entonces es un lugar sagrado y ya no puede entrar nadie si no es mormón y lleva su vida de forma correcta (ayudando a los demás, cuidando de su familia y siguiendo los preceptos de la religión). Mientras tanto, Tina y Mike nos explicaban abiertamente las costumbres de los mormones y los trabajos que hacen durante su misión.
Con unos anfitriones magníficos, fuimos conociendo de cerca las costumbres y la manera de vivir de aquí, así que queremos darles al gracias a los dos (aunque no van a entender este blog porque no hablan español) por todo lo que hicieron por nosotros cuando más lo necesitábamos.
Al final, cuando ya habíamos encontrado nuestro propio apartamento y ya teníamos las cosas más o menos resueltas, nos despedimos de ellos con mucha pena y les dimos algún regalo que habíamos traído desde España en agradecimiento a todo lo que habían hecho por nosotros. Ellos nos dijeron que nos habíamos convertido en sus niños y que no querían que perdiéramos contacto con ellos, así que quedamos en que cada semana iríamos a verles o quedaríamos para hacer algo divertido. ¡Se habían convertido en nuestra familia de Utah!
Al final, cuando ya habíamos encontrado nuestro propio apartamento y ya teníamos las cosas más o menos resueltas, nos despedimos de ellos con mucha pena y les dimos algún regalo que habíamos traído desde España en agradecimiento a todo lo que habían hecho por nosotros. Ellos nos dijeron que nos habíamos convertido en sus niños y que no querían que perdiéramos contacto con ellos, así que quedamos en que cada semana iríamos a verles o quedaríamos para hacer algo divertido. ¡Se habían convertido en nuestra familia de Utah!